OCEANOS O AGUAS PROFUNDAS
Estas grandes masas de agua que rodean los continentes son críticas para la especie humana. Sin embargo, la pesca excesiva y la amenaza del calentamiento global amenazan con dejar estas zonas estériles.
El océano es una masa continua de agua salada que cubre más del 70% de la superficie de la Tierra. Las corrientes oceánicas rigen las condiciones meteorológicas del mundo y agitan el caleidoscopio de la vida. Los humanos dependen de estas prolíficas aguas para su comodidad y su supervivencia pero el calentamiento global y la pesca excesiva amenazan con perturbar el océano y dejarlo vacío.
Los geógrafos dividen el océano en cuatro secciones principales: el Pacífico, el Atlántico, el Índico y el Ártico. Los océanos más pequeños son denominados mares, golfos y bahías como el Mar Mediterráneo, el Golfo de Méjico y la Bahía de Bengala. Las masas independientes de agua salada como el Mar Caspio y el Gran Lago Salado son distintas a los océanos del mundo.
. Esto dirige las condiciones meteorológicas mundiales y actúa como un calentador en invierno y como el aire acondicionado en verano.
La vida comenzó en el océano y el océano sigue siendo el hogar de la mayoría de la fauna y la flora de la Tierra, desde diminutos organismos unicelulares a la ballena azul, el animal vivo más grande del planeta.
La mayoría de la flora del océano consiste en algas microscópicas llamadas fitoplancton que flota en la superficie y a través de la fotosíntesis produce aproximadamente la mitad del oxígeno que los humanos y el resto de otras criaturas terrestres respiran. Las macroalgas y las kelp son grandes algas fácilmente visibles para el ojo humano. Las plantas marinas con raíces, como las que forman las praderas marinas solo pueden sobrevivir a una profundidad a la que los rayos puedan ayudar a la fotosíntesis, aproximadamente a unos 200 metros. Aproximadamente la mitad de los océanos tienen una profundidad de más de 3.000 metros.
Estas grandes masas de agua que rodean los continentes son críticas para la especie humana. Sin embargo, la pesca excesiva y la amenaza del calentamiento global amenazan con dejar estas zonas estériles.
El océano es una masa continua de agua salada que cubre más del 70% de la superficie de la Tierra. Las corrientes oceánicas rigen las condiciones meteorológicas del mundo y agitan el caleidoscopio de la vida. Los humanos dependen de estas prolíficas aguas para su comodidad y su supervivencia pero el calentamiento global y la pesca excesiva amenazan con perturbar el océano y dejarlo vacío.
Los geógrafos dividen el océano en cuatro secciones principales: el Pacífico, el Atlántico, el Índico y el Ártico. Los océanos más pequeños son denominados mares, golfos y bahías como el Mar Mediterráneo, el Golfo de Méjico y la Bahía de Bengala. Las masas independientes de agua salada como el Mar Caspio y el Gran Lago Salado son distintas a los océanos del mundo.
. Esto dirige las condiciones meteorológicas mundiales y actúa como un calentador en invierno y como el aire acondicionado en verano.
La vida comenzó en el océano y el océano sigue siendo el hogar de la mayoría de la fauna y la flora de la Tierra, desde diminutos organismos unicelulares a la ballena azul, el animal vivo más grande del planeta.
La mayoría de la flora del océano consiste en algas microscópicas llamadas fitoplancton que flota en la superficie y a través de la fotosíntesis produce aproximadamente la mitad del oxígeno que los humanos y el resto de otras criaturas terrestres respiran. Las macroalgas y las kelp son grandes algas fácilmente visibles para el ojo humano. Las plantas marinas con raíces, como las que forman las praderas marinas solo pueden sobrevivir a una profundidad a la que los rayos puedan ayudar a la fotosíntesis, aproximadamente a unos 200 metros. Aproximadamente la mitad de los océanos tienen una profundidad de más de 3.000 metros.